En el capítulo 95 (escrito el pasado 13 de julio, hace 16 días), lo predije.
"José Luis Rodrigo Zapatero no tuvo más remedio que disolver las Cortes en septiembre de 2011 y convocar elecciones en noviembre".
Hace apenas un par de horas lo ha anunciado, serán el 20 de noviembre.
Pero las noticias avanzadas por internet no hablan del 20 de noviembre, hablan del 20 N.
El 20 N se conoce en el argot como la fecha en que murió Franco, ... y también José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange.
José Luis (Zp) dice que ha pensado mucho la fecha, tiene todo el derecho a decidirla y la responsabilidad de decidirla.
Pero se me antoja que, de todas las razones que ha expuesto para decidir el 20 de noviembre, hay una que no ha expuesto para decidir el 20 N.
El PSOE ha conseguido con Rubalcaba acortar 3 puntos la distancia que le separaba del PP de Rajoy.
Rubalcaba aventaja en las encuestas de opinión a Rajoy como mejor futuro Presidente del Gobierno.
En octubre saldrán los datos de desempleo en España correspondientes al mes de agosto, que serán los mejores del último año por el empleo estacional del verano.
El caso Gurtel estará en su máximo apogeo.
Y todavía hay demasiados demagogos que relacionan a cualquier partido de derecha con Franco y el Régimen anterior.
¡A ver si resulta que Zapatero no es tan tonto como parecía!
Pero, Alfredo , no te hagas ilusiones.
Mariano, tampoco tú.
Ganará el PP, pero por menos de lo previsto, a lo mejor, rozando el larguero.
Estará en manos de los nacionalistas, y la crisis continuará.
Y "la Carmen" frotándose las manos.
Lo predije en el capítulo 86, el 27 de mayo (hace dos meses y dos días).
"Y nuestra Carmen, Carmen Chacón : es como esos fumadores que dejan de fumar durante un tiempo para volver a fumar con más fuerza al cabo de unos años.
¡Qué cosas tiene la política y qué cosas tiene el tabaco!"
29 de julio de 2011
viernes, 29 de julio de 2011
martes, 19 de julio de 2011
97. El Arco de Bará
¡Cómo pasa el tiempo!.
Parece que fue ayer, pero han pasado 2.000 años.
La Vía Augusta fue la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kms. que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo.
Partía en la actual localidad de La Junquera, siendo una prolongación de la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Italia. Constituyó el eje principal de la red viaria en la hispania romana.
El emperador Augusto le daría nombre, a raíz de las reparaciones que se llevaron a cabo bajo su mandato, sobre los años 8 y 2 a. C., cuando se convirtió en una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades y provincias y los puertos del Mediterráneo.
Entre Barcino y Tarraco, en la Vía Augusta, los romanos construyeron un arco, el Arco de Bará. Es un arco de triunfo cerca de la localidad de Roda de Bará, un arco honorífico constituido por un cuerpo central sobre un podio, decorado con falsos pilastres acanalados que culminan en capiteles corintios. Tiene una única obertura en arco de medio punto. La parte superior de la construcción tiene un entablamento formado por arquitrabe friso y cornisa. Está construido con piedra calcárea, probablemente de algún yacimiento cercano.
La construcción del monumento deriva del testamento de Lucio Licinio Sura y se hizo en el reinado de Augusto, sobre el año 13 a. C. La inscripción que se conserva dice: «Ex testamento Lucio Licinio Lucio filii Sergia tribu Surae consa». Lo erigió para marcar los límites territoriales y terminar con las disputas entre las tribus de los ilérgetes y los cosetanos.
Los ilérgetes eran uno de los pueblos que ocupaban parte de la península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Formado a partir del sustrato étnico indígena, incorporaron múltiples influencias provenientes de la Edad del Bronce y de algunas de las tribus indoeuropeas que inmigraron a la península en el primer milenio adC (ya en la Edad del Hierro). Eran posibles parlantes de protoeuskera, especialmente en su zona norte.
Los cosetanos eran un pueblo que habitaba muy cerca de los layetanos, incluso algunos se fundieron con ellos.
Otros se extendieron mas al sur de las provincias actuales de Barcelona y Tarragona y se fundieron con los Cesetanos (su capital Cese, posterior Tarraco Nova, actual Tarragona), por eso se les suele llamar Cosetanos o Cesetanos.
....................................................................................
¡Cómo pasa el tiempo!
Parece que fue ayer, pero han pasado 2.000 años.
La primera vez que pasé por el Arco de Bará fue con el 600. La carretera pasaba por debajo, como los romanos.
Luego hice la mili en el Campamento de los Castillejos, al norte de Reus, y los fines de semana, cuando salía de permiso, camino de Barcelona, paraba en Roda de Bará, en una discoteca del Roc de Sant Caietá (Sa Roca), en un acantilado, junto al mar.
Ahora escribo este capítulo en mi casa de Roda, cierro los ojos y no puedo evitar imaginarme que hace 2000 años, por estos alrededores, algún centurión romano estaría velando armas.
Yo, cuando, por las noches, hacía las guardias en el Campamento de los Castillejos,
me fumaba un cigarrillo.
Mi amigo el centurión, seguro que no.
Y crearon un Imperio.
....................................................................................
No sé como terminó lo de los ilérguetes y los cosetanos, pero lo de los romanos no terminó muy bien : 2000 años después, parece que Berlusconi tiene problemas.
Pero la Vía Augusta sigue ahí.
Y el Arco de Bará.
Se me antoja que el Arco de Bará tiene vida, pero que si hubiera fumado, no habría podido sobrevivir 2000 años.
20 de julio de 2011 (2000 años después)
Parece que fue ayer, pero han pasado 2.000 años.
La Vía Augusta fue la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kms. que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo.
Partía en la actual localidad de La Junquera, siendo una prolongación de la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Italia. Constituyó el eje principal de la red viaria en la hispania romana.
El emperador Augusto le daría nombre, a raíz de las reparaciones que se llevaron a cabo bajo su mandato, sobre los años 8 y 2 a. C., cuando se convirtió en una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades y provincias y los puertos del Mediterráneo.
Entre Barcino y Tarraco, en la Vía Augusta, los romanos construyeron un arco, el Arco de Bará. Es un arco de triunfo cerca de la localidad de Roda de Bará, un arco honorífico constituido por un cuerpo central sobre un podio, decorado con falsos pilastres acanalados que culminan en capiteles corintios. Tiene una única obertura en arco de medio punto. La parte superior de la construcción tiene un entablamento formado por arquitrabe friso y cornisa. Está construido con piedra calcárea, probablemente de algún yacimiento cercano.
La construcción del monumento deriva del testamento de Lucio Licinio Sura y se hizo en el reinado de Augusto, sobre el año 13 a. C. La inscripción que se conserva dice: «Ex testamento Lucio Licinio Lucio filii Sergia tribu Surae consa». Lo erigió para marcar los límites territoriales y terminar con las disputas entre las tribus de los ilérgetes y los cosetanos.
Los ilérgetes eran uno de los pueblos que ocupaban parte de la península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Formado a partir del sustrato étnico indígena, incorporaron múltiples influencias provenientes de la Edad del Bronce y de algunas de las tribus indoeuropeas que inmigraron a la península en el primer milenio adC (ya en la Edad del Hierro). Eran posibles parlantes de protoeuskera, especialmente en su zona norte.
Los cosetanos eran un pueblo que habitaba muy cerca de los layetanos, incluso algunos se fundieron con ellos.
Otros se extendieron mas al sur de las provincias actuales de Barcelona y Tarragona y se fundieron con los Cesetanos (su capital Cese, posterior Tarraco Nova, actual Tarragona), por eso se les suele llamar Cosetanos o Cesetanos.
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¡Cómo pasa el tiempo!
Parece que fue ayer, pero han pasado 2.000 años.
La primera vez que pasé por el Arco de Bará fue con el 600. La carretera pasaba por debajo, como los romanos.
Luego hice la mili en el Campamento de los Castillejos, al norte de Reus, y los fines de semana, cuando salía de permiso, camino de Barcelona, paraba en Roda de Bará, en una discoteca del Roc de Sant Caietá (Sa Roca), en un acantilado, junto al mar.
Ahora escribo este capítulo en mi casa de Roda, cierro los ojos y no puedo evitar imaginarme que hace 2000 años, por estos alrededores, algún centurión romano estaría velando armas.
Yo, cuando, por las noches, hacía las guardias en el Campamento de los Castillejos,
me fumaba un cigarrillo.
Mi amigo el centurión, seguro que no.
Y crearon un Imperio.
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No sé como terminó lo de los ilérguetes y los cosetanos, pero lo de los romanos no terminó muy bien : 2000 años después, parece que Berlusconi tiene problemas.
Pero la Vía Augusta sigue ahí.
Y el Arco de Bará.
Se me antoja que el Arco de Bará tiene vida, pero que si hubiera fumado, no habría podido sobrevivir 2000 años.
20 de julio de 2011 (2000 años después)
96. Mi padre
Cuando llegó a Barcelona tenía 17 años.
Fue el 1926.
En Estados Unidos transcurrían los "locos años 20", pero en España la cosa debía de estar bastante jodida.
Ladislao (Ladis) había salido de un pueblecito de la provincia de León, Villamizar de la Mata, seguramente con una maleta de cartón atada con una cuerda y una buena parte de la matanza de aquel año para el largo viaje en el Changay y para compartirlo con su hermana, con que viviría los primeros años de Barcelona.
Trabajó en la fábrica de cervezas Damm y en las obras de construcción de la Exposición Internacional de Barcelona del 29 (1929) en Montjuich.
Pero tenía vocación de empresario y a los 22 años puso una tienda de comestibles (entonces se decía de ultramarinos, seguramente porque el café y el azúcar venían de ultramar).
La puso a medias con un amigo, pero el negocio no debía dar para dos y se la jugaron a cara o cruz.
La perdió.
Abrió otra él solo en la calle Telégrafos, en el Guinardó.
En el 33 conoció a la que sería su mujer, también inmigrante de un pueblecito de Soria, La Hinojosa.
Se casaron en el 34 y un año más tarde nació su primera hija.
Barcelona, 1935.
Eran tiempos muy complicados, a la República se le estaban yendo las cosas de las manos y todo el mundo quería sacar tajada.
Ladis, que probablemente no tenía ni idea de política, pero era "hombre de Iglesia", pero listo como el solo, tuvo a la vez carnet de la UGT, de la CNT y de la FAI.
A Ladis le atracaron "a mano armada" tres veces ... tuvo pesadillas durante toda su vida.
Y luego llegó el festival del 18 de julio de 1936.
Toda su familia estaba en "zona nacional"
A él le pilló en "zona roja"
El iba a Misa.
"Los otros" quemaban Iglesias.
Estuvo tres días escondido en casa, debajo del tejado, en un habitáculo al que se accedía a través de una trampilla que había hecho en un armario de la cocina.
Aquello iba a ser largo y no se podía estar mucho tiempo encerrado en su zulo particular.
Durante un bombardeo (sonaban las alarmas y cortaban la electricidad) se puso una bombilla conectada al tendido eléctrico.
Sólo salía por las noches, cuando su hija dormía, porque los niños lo charran todo.
Era inteligente e insensato.
El mismo se manipuló el carnet de identidad (ahora DNI o NIF) : fecha de nacimiento, 1899 en lugar de 1909, natural de Villamizar , Lion, Francia, en lugar de León, España.
Se dejó bigote.
Y se lanzo a la calle.
En su zulo hacía alpargatas con los hilos de los sacos de patatas para cambiarlos a los "payeses" de Figueras y Reus por patatas y huevos.
Le enseñaron a su hija de 2 años a decir que papá "estaba en el frente matando fascistas" y los vecinos creían que estaba enchufado en Intendencia.
Su padre, Pantaleón, murió durante la guerra.
El no pudo ni verle morir ni ir al entierro.
Se escribía con la familia a través de la Cruz Roja Internacional de Suiza.
Pero todo pasa, incluso las guerras.
El 26 de enero de 1939 entraron por la Diagonal las tropas de Franco y Ladislao ya no tuvo que vivir más en su zulo.
Tuvo cuatro hijos y, si viviera, tendría diez nietos y seis biznietos.
Había fumado "de joven" pero yo sólo le ví fumar dos veces en mi vida : la primera el día que llevé por primera vez a mi novia a casa, la segunda, el día de mi boda. En las dos ocasiones dijo: "me voy a fumar un cigarrillo si no fumais nadie".
Gracias, papá.
19 de julio de 2011
Fue el 1926.
En Estados Unidos transcurrían los "locos años 20", pero en España la cosa debía de estar bastante jodida.
Ladislao (Ladis) había salido de un pueblecito de la provincia de León, Villamizar de la Mata, seguramente con una maleta de cartón atada con una cuerda y una buena parte de la matanza de aquel año para el largo viaje en el Changay y para compartirlo con su hermana, con que viviría los primeros años de Barcelona.
Trabajó en la fábrica de cervezas Damm y en las obras de construcción de la Exposición Internacional de Barcelona del 29 (1929) en Montjuich.
Pero tenía vocación de empresario y a los 22 años puso una tienda de comestibles (entonces se decía de ultramarinos, seguramente porque el café y el azúcar venían de ultramar).
La puso a medias con un amigo, pero el negocio no debía dar para dos y se la jugaron a cara o cruz.
La perdió.
Abrió otra él solo en la calle Telégrafos, en el Guinardó.
En el 33 conoció a la que sería su mujer, también inmigrante de un pueblecito de Soria, La Hinojosa.
Se casaron en el 34 y un año más tarde nació su primera hija.
Barcelona, 1935.
Eran tiempos muy complicados, a la República se le estaban yendo las cosas de las manos y todo el mundo quería sacar tajada.
Ladis, que probablemente no tenía ni idea de política, pero era "hombre de Iglesia", pero listo como el solo, tuvo a la vez carnet de la UGT, de la CNT y de la FAI.
A Ladis le atracaron "a mano armada" tres veces ... tuvo pesadillas durante toda su vida.
Y luego llegó el festival del 18 de julio de 1936.
Toda su familia estaba en "zona nacional"
A él le pilló en "zona roja"
El iba a Misa.
"Los otros" quemaban Iglesias.
Estuvo tres días escondido en casa, debajo del tejado, en un habitáculo al que se accedía a través de una trampilla que había hecho en un armario de la cocina.
Aquello iba a ser largo y no se podía estar mucho tiempo encerrado en su zulo particular.
Durante un bombardeo (sonaban las alarmas y cortaban la electricidad) se puso una bombilla conectada al tendido eléctrico.
Sólo salía por las noches, cuando su hija dormía, porque los niños lo charran todo.
Era inteligente e insensato.
El mismo se manipuló el carnet de identidad (ahora DNI o NIF) : fecha de nacimiento, 1899 en lugar de 1909, natural de Villamizar , Lion, Francia, en lugar de León, España.
Se dejó bigote.
Y se lanzo a la calle.
En su zulo hacía alpargatas con los hilos de los sacos de patatas para cambiarlos a los "payeses" de Figueras y Reus por patatas y huevos.
Le enseñaron a su hija de 2 años a decir que papá "estaba en el frente matando fascistas" y los vecinos creían que estaba enchufado en Intendencia.
Su padre, Pantaleón, murió durante la guerra.
El no pudo ni verle morir ni ir al entierro.
Se escribía con la familia a través de la Cruz Roja Internacional de Suiza.
Pero todo pasa, incluso las guerras.
El 26 de enero de 1939 entraron por la Diagonal las tropas de Franco y Ladislao ya no tuvo que vivir más en su zulo.
Tuvo cuatro hijos y, si viviera, tendría diez nietos y seis biznietos.
Había fumado "de joven" pero yo sólo le ví fumar dos veces en mi vida : la primera el día que llevé por primera vez a mi novia a casa, la segunda, el día de mi boda. En las dos ocasiones dijo: "me voy a fumar un cigarrillo si no fumais nadie".
Gracias, papá.
19 de julio de 2011
miércoles, 13 de julio de 2011
95. Un cigarrillo mal apagado
Todo sucedió por un cigarrillo mal apagado.
Corrían los últimos días de agosto del año 2013.
Todo estaba preparado para la gran manifestación del 11 de septiembre en Barcelona.
Era el primer aniversario de la proclamación de Catalunya como estado independiente.
Tres años antes el Tribunal Constitucional se había cargado el texto aprobado por las Cortes de Madrid y ratificado por el pueblo catalán sobre el Estatut de Catalunya.
Queriendo dar en parte la razón a todos, el TC no había satisfecho ni a tirios ni a troyanos.
Por otra parte la crisis estaba a punto de alcanzar su punto más álgido poniendo en peligro la unidad europea.
El Partido Socialista estaba condenado a perder las próximas eleciones generales despues de perder el gobierno de Catalunya a manos de Convergencia i Unio y la mayoría de autonomías y ayuntamientos a manos del Partido Popular.
José Luis Rodrigo Zapatero no tuvo más remedio que disolver las Cortes en septiembre de 2011 y convocar elecciones en noviembre.
Con el Partido Socialista roto y un índice de desempleo que empezaba a repuntar después del descenso estacional del verano consecuencia del turismo, la campaña electoral para las generales de noviembre de 2011 fue un paseo para el Partido Popular, pero, contra todo pronóstico, no obtuvieron la mayoría absoluta.
Rajoy no tuvo más remedio que pactar con los nacionalistas catalanes y vascos a cambio de sacar adelante unos presupuestos que auguraban más de lo mismo. Recortes sociales, subida de impuestos y más paro en una Europa de "sálvese quien pueda".
El precio del pacto fueron más transferencias económicas y una consulta no vinculante en Catalunya respecto a la independencia.
La jugada estaba muy calculada.
Todos los sondeos indicaban que la horquilla por la independencia estaba entre el 28 y el 34 por ciento. No había ningún riesgo, pero Mariano estaba muy preocupado y Artur Más (valga la redundancia) más.
La consulta popular tuvo lugar en la primavera de 2012.
Pudieron votar todos los inmigrantes ilegales con tal de que estuvieran empadronados.
El resultado dejó a todos (perdón), con el culo al aire : con una participación del 59 %, un 64,5 % de los catalanes votó sí a la independencia y un 33 % votó no.
Se había entrado en un callejón sin salida.
Dos meses después se reformaba la constitución española y el 11 de septiembre de 2012 se proclamaba el Estat Catalá.
Entretanto la inmigración había ido en aumento y se iba asentando en los distintos barrios de Barcelona : las magrebíes y subsajarianos en el extraradio, los europeos del este en la parte alta, los paquistaníes en el Rabal y los sudamericanos en el ensanche.
Los chinos estaban por todas partes , pero no hacían ruído.
Todos eran catalanes y todos iban a estar representados en la gran manifestación del 11 de septiembre de 2013 : inmigrantes españoles, catalanes de nacimiento, magrebies , subsajarianos , europeos del este , paquistaníes, sudamericanos y chinos.
La gran manifestación del Paseo de Gracia empezó como una gran fiesta multicolor, multirracial, multilingüistica, pero, nadie sabe como, se convirtió primero en una gran trifulca y luego, en una verdadera guerra de guerrilas por toda el Area Metropolitana.
Los desórdenes duraron hasta la primavera del 2014, justo el tiempo para que los chinos construyeran una gran muralla desde las tierras del Ebro hasta el Alt Emporda.
La mayoría de los catalanes y emigrantes españoles habían emigrado los unos y reemigrado los otros a lo quedaba de España (el País Vasco tambien era independiente pero estaba enrocado en sus montañas).
Artur Más había dimitido y su sucesor era un joven diplomático de la Embajada China en Hospitalet.
Veinte años después, todas las provincias chinas de la antigua Europa iban recobrando una cierta estabilidad económica.
Todo había sucedido por un cigarrillo mal apagado por el Tribunal Constitucional en el año 2010.
Ante el peligro de apagar mal un cigarrillo, lo mejor es no encenderlo.
13 de julio de 2011.
Corrían los últimos días de agosto del año 2013.
Todo estaba preparado para la gran manifestación del 11 de septiembre en Barcelona.
Era el primer aniversario de la proclamación de Catalunya como estado independiente.
Tres años antes el Tribunal Constitucional se había cargado el texto aprobado por las Cortes de Madrid y ratificado por el pueblo catalán sobre el Estatut de Catalunya.
Queriendo dar en parte la razón a todos, el TC no había satisfecho ni a tirios ni a troyanos.
Por otra parte la crisis estaba a punto de alcanzar su punto más álgido poniendo en peligro la unidad europea.
El Partido Socialista estaba condenado a perder las próximas eleciones generales despues de perder el gobierno de Catalunya a manos de Convergencia i Unio y la mayoría de autonomías y ayuntamientos a manos del Partido Popular.
José Luis Rodrigo Zapatero no tuvo más remedio que disolver las Cortes en septiembre de 2011 y convocar elecciones en noviembre.
Con el Partido Socialista roto y un índice de desempleo que empezaba a repuntar después del descenso estacional del verano consecuencia del turismo, la campaña electoral para las generales de noviembre de 2011 fue un paseo para el Partido Popular, pero, contra todo pronóstico, no obtuvieron la mayoría absoluta.
Rajoy no tuvo más remedio que pactar con los nacionalistas catalanes y vascos a cambio de sacar adelante unos presupuestos que auguraban más de lo mismo. Recortes sociales, subida de impuestos y más paro en una Europa de "sálvese quien pueda".
El precio del pacto fueron más transferencias económicas y una consulta no vinculante en Catalunya respecto a la independencia.
La jugada estaba muy calculada.
Todos los sondeos indicaban que la horquilla por la independencia estaba entre el 28 y el 34 por ciento. No había ningún riesgo, pero Mariano estaba muy preocupado y Artur Más (valga la redundancia) más.
La consulta popular tuvo lugar en la primavera de 2012.
Pudieron votar todos los inmigrantes ilegales con tal de que estuvieran empadronados.
El resultado dejó a todos (perdón), con el culo al aire : con una participación del 59 %, un 64,5 % de los catalanes votó sí a la independencia y un 33 % votó no.
Se había entrado en un callejón sin salida.
Dos meses después se reformaba la constitución española y el 11 de septiembre de 2012 se proclamaba el Estat Catalá.
Entretanto la inmigración había ido en aumento y se iba asentando en los distintos barrios de Barcelona : las magrebíes y subsajarianos en el extraradio, los europeos del este en la parte alta, los paquistaníes en el Rabal y los sudamericanos en el ensanche.
Los chinos estaban por todas partes , pero no hacían ruído.
Todos eran catalanes y todos iban a estar representados en la gran manifestación del 11 de septiembre de 2013 : inmigrantes españoles, catalanes de nacimiento, magrebies , subsajarianos , europeos del este , paquistaníes, sudamericanos y chinos.
La gran manifestación del Paseo de Gracia empezó como una gran fiesta multicolor, multirracial, multilingüistica, pero, nadie sabe como, se convirtió primero en una gran trifulca y luego, en una verdadera guerra de guerrilas por toda el Area Metropolitana.
Los desórdenes duraron hasta la primavera del 2014, justo el tiempo para que los chinos construyeran una gran muralla desde las tierras del Ebro hasta el Alt Emporda.
La mayoría de los catalanes y emigrantes españoles habían emigrado los unos y reemigrado los otros a lo quedaba de España (el País Vasco tambien era independiente pero estaba enrocado en sus montañas).
Artur Más había dimitido y su sucesor era un joven diplomático de la Embajada China en Hospitalet.
Veinte años después, todas las provincias chinas de la antigua Europa iban recobrando una cierta estabilidad económica.
Todo había sucedido por un cigarrillo mal apagado por el Tribunal Constitucional en el año 2010.
Ante el peligro de apagar mal un cigarrillo, lo mejor es no encenderlo.
13 de julio de 2011.
sábado, 9 de julio de 2011
94. El número 7
Con ésta, sólo faltan siete razones para terminar este libro.
El siete siempre me ha intrigado.
No sé si porque siete son las letras de mi apellido (Ampudia) o porque son las letras del mes que nací (febrero)o porque mi santo es el 27 del 7.
El siete es un número misterioso y mágico.
Son siete días los que tiene la semana, los mismos que ocupó Dios para formar el mundo.
Siete son las maravillas del mundo antigüo y siete las maravillas del mundo moderno.
Siete son los pecados capitales.
Siete son los infiernos de La Divina Comedia, de Dante y los cielos del Apocalipsis de Juan, el Evangelista.
Los metafísicos hablan de siete niveles de conciencia y de estados del sueño.
Blanca Nieves se acompaña por siete enanos.
El arco iris tiene siete colores.
Siete son las notas musicales, las botas de siete leguas y siete vidas tiene un gato.
Siete es el número de horas de sueño idóneo para los humanos, de acuerdo con un estudio científico reciente.
Siete es un número de la suerte en muchas culturas. La mitología japonesa nos habla de los Shichifukujin (Los Siete Dioses de la de Fortuna).
Las 7 virtudes son: prudencia, fortaleza, templanza, justicia, fe, esperanza, y caridad.
Siete son las colinas de Roma y las plagas de Egipto.
En la visión del Apocalipsis bíblico, hay 7 iglesias en Asia, siete cirios, siete estrellas, siete trompetas, siete espíritus frente al trono de Dios, siete cuernos, siete recipientes, siete plagas, un monstruo de siete cabezas y un cordero con siete ojos.
El agua pura tiene un pH de 7.
Las caras opuestas de un dado siempre suman 7.
La mayoría de las placas de un heriff son heptagramas.
Siete son los Sacramentos de la religión católica.
Siete años se tardó en construir el Templo de Jerusalén.
Siete son los brazos del candelabro judío.
Siete fueron los grandes sabios de la Grecia antigua.
Y siete fueron las palabras de Jesús en la cruz.
Me quedo con una,
"Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen"
Siempre me ha intrigado si se refería a los fumadores.
9 de julio de 2011
El siete siempre me ha intrigado.
No sé si porque siete son las letras de mi apellido (Ampudia) o porque son las letras del mes que nací (febrero)o porque mi santo es el 27 del 7.
El siete es un número misterioso y mágico.
Son siete días los que tiene la semana, los mismos que ocupó Dios para formar el mundo.
Siete son las maravillas del mundo antigüo y siete las maravillas del mundo moderno.
Siete son los pecados capitales.
Siete son los infiernos de La Divina Comedia, de Dante y los cielos del Apocalipsis de Juan, el Evangelista.
Los metafísicos hablan de siete niveles de conciencia y de estados del sueño.
Blanca Nieves se acompaña por siete enanos.
El arco iris tiene siete colores.
Siete son las notas musicales, las botas de siete leguas y siete vidas tiene un gato.
Siete es el número de horas de sueño idóneo para los humanos, de acuerdo con un estudio científico reciente.
Siete es un número de la suerte en muchas culturas. La mitología japonesa nos habla de los Shichifukujin (Los Siete Dioses de la de Fortuna).
Las 7 virtudes son: prudencia, fortaleza, templanza, justicia, fe, esperanza, y caridad.
Siete son las colinas de Roma y las plagas de Egipto.
En la visión del Apocalipsis bíblico, hay 7 iglesias en Asia, siete cirios, siete estrellas, siete trompetas, siete espíritus frente al trono de Dios, siete cuernos, siete recipientes, siete plagas, un monstruo de siete cabezas y un cordero con siete ojos.
El agua pura tiene un pH de 7.
Las caras opuestas de un dado siempre suman 7.
La mayoría de las placas de un heriff son heptagramas.
Siete son los Sacramentos de la religión católica.
Siete años se tardó en construir el Templo de Jerusalén.
Siete son los brazos del candelabro judío.
Siete fueron los grandes sabios de la Grecia antigua.
Y siete fueron las palabras de Jesús en la cruz.
Me quedo con una,
"Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen"
Siempre me ha intrigado si se refería a los fumadores.
9 de julio de 2011
viernes, 8 de julio de 2011
93. Viva San Fermín
San Fermín nació en Pompaelo, la actual Pamplona en el año 272.
Era hijo de un Senador pagano, llamado Firmo.
Sus padres se convirtieron a la fé cristiana tras oir las predicaciones de san Honesto y de san Saturnino de Tolosa.
Bajo la tutela de Honesto, Fermín aprendió religión y el arte de la "prédica".
A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens. Habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. La oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel, donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado a la edad de 31 años.
En 1186 el obispo Pedro de París llevó de Amiens a Pamplona una reliquia de la cabeza de Fermín.
Actualmente su santoral se celebra el 7 de julio. En Pamplona se conmemora con unas fiestas de fama internacional, los Sanfermines, en las que destacan los encierros de toros.
....................................................................................
En el encierro de hoy, 8 de julio de 2011 ha sido corneado garvemente un chaval de 24 años australiano.
Un gilipollas que perseguía al toro por toda la plaza como si fuera una oveja, ... y él, un borrego.
No quiero entrar en defender ni criticar las corridas de toros.
No quiero entrar en defender ni criticar los encierros.
Pero sí me permito expresar mi opinión de que el toro, como cualquier otro animal, es noble y sólo ataca si se vé atacado, acorralado o asustado.
Otros animales, los salvajes, también atacan para comer, si tienen hambre y no tienen comida. El toro, ni eso.
Por otra parte el encierro no deja de ser una técnica consistente en dirigir a la manada de un lugar a otro.
Normalmente, en los Sanfermines jamás hay una cogida de un "mozo".
Ellos conocen la técnica, duermen lo suficiente la nocha anterior y jamás beben antes del encierro.
Corren un número limitado de metros junto a los toros y los cabestros, se van relevando y no incordian al animal, sólo lo dirigen.
Pero luego están los gilipollas, no conocen la técnica, se pasan la noche en vela, ciegos de alcohol, y muy machos ellos.
Luego, cuando el toro, hasta los cojones de incordio, se revuelve, a ellos se les caen los mismos al suelo, como al chaval austrialiano de hoy, se asustan , resbalan y el hastado le desgarra el muslo y una arteria.
No quiero criticar los Sanfermines, pero sí critico a los que permiten que unos cuantos guiris borrachos conviertan el encierro en un espectáculo tercermundista de país subdesarrollado.
Pobre San Fermín, cuanto debe sufrir el hombre.
Se debe acordar cada año del circo romano de la tierra de sus progenitores.
Entiende, querido San Fermín que hay demasiados intereses económicos por el medio.
Como en lo del tabaco.
¡Viva San Fermín!
¡Gora San Fermín!
8 de julio de 2011.
Era hijo de un Senador pagano, llamado Firmo.
Sus padres se convirtieron a la fé cristiana tras oir las predicaciones de san Honesto y de san Saturnino de Tolosa.
Bajo la tutela de Honesto, Fermín aprendió religión y el arte de la "prédica".
A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens. Habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. La oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel, donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado a la edad de 31 años.
En 1186 el obispo Pedro de París llevó de Amiens a Pamplona una reliquia de la cabeza de Fermín.
Actualmente su santoral se celebra el 7 de julio. En Pamplona se conmemora con unas fiestas de fama internacional, los Sanfermines, en las que destacan los encierros de toros.
....................................................................................
En el encierro de hoy, 8 de julio de 2011 ha sido corneado garvemente un chaval de 24 años australiano.
Un gilipollas que perseguía al toro por toda la plaza como si fuera una oveja, ... y él, un borrego.
No quiero entrar en defender ni criticar las corridas de toros.
No quiero entrar en defender ni criticar los encierros.
Pero sí me permito expresar mi opinión de que el toro, como cualquier otro animal, es noble y sólo ataca si se vé atacado, acorralado o asustado.
Otros animales, los salvajes, también atacan para comer, si tienen hambre y no tienen comida. El toro, ni eso.
Por otra parte el encierro no deja de ser una técnica consistente en dirigir a la manada de un lugar a otro.
Normalmente, en los Sanfermines jamás hay una cogida de un "mozo".
Ellos conocen la técnica, duermen lo suficiente la nocha anterior y jamás beben antes del encierro.
Corren un número limitado de metros junto a los toros y los cabestros, se van relevando y no incordian al animal, sólo lo dirigen.
Pero luego están los gilipollas, no conocen la técnica, se pasan la noche en vela, ciegos de alcohol, y muy machos ellos.
Luego, cuando el toro, hasta los cojones de incordio, se revuelve, a ellos se les caen los mismos al suelo, como al chaval austrialiano de hoy, se asustan , resbalan y el hastado le desgarra el muslo y una arteria.
No quiero criticar los Sanfermines, pero sí critico a los que permiten que unos cuantos guiris borrachos conviertan el encierro en un espectáculo tercermundista de país subdesarrollado.
Pobre San Fermín, cuanto debe sufrir el hombre.
Se debe acordar cada año del circo romano de la tierra de sus progenitores.
Entiende, querido San Fermín que hay demasiados intereses económicos por el medio.
Como en lo del tabaco.
¡Viva San Fermín!
¡Gora San Fermín!
8 de julio de 2011.
martes, 5 de julio de 2011
92. El Maestro
Empecé el colegio un poco tarde, a los 6 años.
Sabía leer y escribir, y sumar y restar y multiplicar.
Dividir no, siempre es más gratificante multiplicar que dividir.
Mi Colegio fue el Emilio Juncadella, en el Paseo Maragall de Barcelona.
El patio era pequeño y de cemento, pero a mí me parecía muy grande.
En el patio había tres mástiles con tres banderas : la española , le de Falange y la Requeté.
Los sábados (se iba al colegio los sábados por la mañana) leche el polvo y queso amarillo de Argentina, de Eva Duarte de Perón.
Y en mayo muchas flores en una capilla de la Virgen : "Venid y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que madre nuestra és".
Yo no sabía lo que quería decir porfía, debía ser una amiga de María, pero rimaba y quedaba bien.
No recuerdo quien fue mi primer profesor, pero el segundo sí.
Lo tuve a los 7 años y a los 9.
Para mí nunca fue el profesor, fue "El Maestro".
Alejandro Lomas Ortiz.
Creo que, en cierto modo, Alejandro Lomas ha marcado gran parte de mi vida, al menos lo poco o mucho que haya podido haber habido de valores en ella.
Alejandro Lomas era un hombre de apariencia dura, alto, fuerte, de una dulzura muy mal disimulada bajo una coraza de guerrero espartano.
Los alumnos éramos como todos los alumnos de todas las épocas : unos más débiles y temerosos, otros más descarados e insolentes.
A los primeros les trataba sin piedad, pero con toda su ternura para forjarles, para hacerles hombres, y les hacía más hombres.
A los segundos, con la superioridad del que sabe que la insolencia, al final, es patrimonio de los inseguros, y les hacía más humanos.
Mi penúltimo año en el Colegio fue a los 9 años, en el curso de "Ingreso de Bachillerato"
Mi maestro me pidio, después de aprobar, que me presentara a un examen voluntario para sacar Matrícula de Honor.
Me presenté y la saqué.
En primero de bachillerato aprobé en junio, pero las notas no fueron muy brillantes
y para mi Maestro eso no era aceptable.
Aconsejó a mis padres que siguiera en el Instituto Balmes, que estaba y está en Via Layetana, esquina con Consejo de Ciento.
Todos los años , en Navidad y a final de curso cuando me daban las notas, iba al Emilio Juncadella, a ver a mi maestro Alejandro Lomas.
El aparentaba alegrarse de mis progresos, creo que se alegraba de verdad.
Seguía siendo duro, ... "solo cuatro matrículas, ... tú puedes dar más"
... Joé con el Alejandro.
A los 17 empecé la carrrera de Ingeniero Industrial y todos los años, en Navidad y a final de curso cuando me daban las notas, iba al Emilio Juncadella, a ver a mi maestro Alejandro Lomas.
Las notas ya no eran tan brillantes, pero siempre aprobaba y él se alegraba.
El ya no era tan duro, se iba haciendo mayor.
Me casé y perdí, temporalmente, el contacto con él.
Viví en Olesa de Montserrat, en Vigo y en Bilbao.
Yo ya tenía tres hijos.
Un día en Bilbao me acordé de mi Maestro y busqué en Páginas Blancas : Alejandro Lomas Ortiz.
Vivía en Vitoria, en el casco viejo.
Con el corazón latiendo fuerte cogí a mi familia y nos fuimos a Vitoria.
Es la última vez que nos vimos.
Yo era Director Gerente de una empres, pero él seguía siendo mi Maestro, ... lo será siempre.
Alejandro, no sé donde estás pero al menos estás en un sitio del que nunca saldrás, estás en mi recuerdo, en mi admiración y en respeto.
Gracias Alejandro, por todo lo que nos inculcaste, ... jamás te ví fumar.
5 de julio de 2011
Sabía leer y escribir, y sumar y restar y multiplicar.
Dividir no, siempre es más gratificante multiplicar que dividir.
Mi Colegio fue el Emilio Juncadella, en el Paseo Maragall de Barcelona.
El patio era pequeño y de cemento, pero a mí me parecía muy grande.
En el patio había tres mástiles con tres banderas : la española , le de Falange y la Requeté.
Los sábados (se iba al colegio los sábados por la mañana) leche el polvo y queso amarillo de Argentina, de Eva Duarte de Perón.
Y en mayo muchas flores en una capilla de la Virgen : "Venid y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que madre nuestra és".
Yo no sabía lo que quería decir porfía, debía ser una amiga de María, pero rimaba y quedaba bien.
No recuerdo quien fue mi primer profesor, pero el segundo sí.
Lo tuve a los 7 años y a los 9.
Para mí nunca fue el profesor, fue "El Maestro".
Alejandro Lomas Ortiz.
Creo que, en cierto modo, Alejandro Lomas ha marcado gran parte de mi vida, al menos lo poco o mucho que haya podido haber habido de valores en ella.
Alejandro Lomas era un hombre de apariencia dura, alto, fuerte, de una dulzura muy mal disimulada bajo una coraza de guerrero espartano.
Los alumnos éramos como todos los alumnos de todas las épocas : unos más débiles y temerosos, otros más descarados e insolentes.
A los primeros les trataba sin piedad, pero con toda su ternura para forjarles, para hacerles hombres, y les hacía más hombres.
A los segundos, con la superioridad del que sabe que la insolencia, al final, es patrimonio de los inseguros, y les hacía más humanos.
Mi penúltimo año en el Colegio fue a los 9 años, en el curso de "Ingreso de Bachillerato"
Mi maestro me pidio, después de aprobar, que me presentara a un examen voluntario para sacar Matrícula de Honor.
Me presenté y la saqué.
En primero de bachillerato aprobé en junio, pero las notas no fueron muy brillantes
y para mi Maestro eso no era aceptable.
Aconsejó a mis padres que siguiera en el Instituto Balmes, que estaba y está en Via Layetana, esquina con Consejo de Ciento.
Todos los años , en Navidad y a final de curso cuando me daban las notas, iba al Emilio Juncadella, a ver a mi maestro Alejandro Lomas.
El aparentaba alegrarse de mis progresos, creo que se alegraba de verdad.
Seguía siendo duro, ... "solo cuatro matrículas, ... tú puedes dar más"
... Joé con el Alejandro.
A los 17 empecé la carrrera de Ingeniero Industrial y todos los años, en Navidad y a final de curso cuando me daban las notas, iba al Emilio Juncadella, a ver a mi maestro Alejandro Lomas.
Las notas ya no eran tan brillantes, pero siempre aprobaba y él se alegraba.
El ya no era tan duro, se iba haciendo mayor.
Me casé y perdí, temporalmente, el contacto con él.
Viví en Olesa de Montserrat, en Vigo y en Bilbao.
Yo ya tenía tres hijos.
Un día en Bilbao me acordé de mi Maestro y busqué en Páginas Blancas : Alejandro Lomas Ortiz.
Vivía en Vitoria, en el casco viejo.
Con el corazón latiendo fuerte cogí a mi familia y nos fuimos a Vitoria.
Es la última vez que nos vimos.
Yo era Director Gerente de una empres, pero él seguía siendo mi Maestro, ... lo será siempre.
Alejandro, no sé donde estás pero al menos estás en un sitio del que nunca saldrás, estás en mi recuerdo, en mi admiración y en respeto.
Gracias Alejandro, por todo lo que nos inculcaste, ... jamás te ví fumar.
5 de julio de 2011
lunes, 4 de julio de 2011
91. La Barcelona de los 60
"Prohibido fumar y escupir"
"Prohibida la palabra soez"
La Barcelona de los 60 era una ciudad más gris que la de ahora.
Una ciudad de espaldas al mar.
Sólo se podía llegar al mar por las Ramblas hasta el puerto y por Vía Layetana hasta la Barceloneta.
En las calles adyacentes a las Ramblas había muchos marineros y muchas prostitutas (entonces se llamaban putas) y, en las callejuelas de la Barceloneta había muchos pescadores y muchos chiringuitos donde se comían mejillones y paellas con gambas.
Y en la playa de la Barceloneta estaban los Baños de San Sebastian con tres zonas cerradas : una para familias, otra sólo para mujeres y otra sólo para hombres, pero yo había oído decir que los que iban a aquella playa sólo para hombres no eran hombres, que llevaban el bañador muy ajustado y que las mujeres que iban a la playa de mujeres se quedaban en tetas para ponerse morenas y cuando ya estaban morenas iban a las playas de Castelldefels, pero allí se tapaban las tetas. Y yo pensaba que para qué querían que las tetas se les pusieran morenas si luego se las tapaban y nadie sabía que las tenían morenas.
La gente iba a la Barceloneta en tranvía, bueno tambien iba en tranvía a otros sitios que no era la Barceloneta, como por ejemplo a trabajar.
Yo estaba empezando a leer y me fijaba mucho en los letreros que había en los tranvías.
Y en todos los tranvías había siempre dos letreros :
"Prohibido fumar y escupir" y
"Prohibida la palabra soez"
Lo de la palabra soez, no lo entendía.
A lo mejor lo hubiera entendido si pusiera "Prohibido decir palabras soeces", pero no, ponía "Prohibida la palabra soez" y yo me pensaba que soez era una palabra muy fea, y me fijaba a ver si alguien decía soez, y nadie decía soez. Mucha gente decía coño y cojones y mecagüen la puta, pero soez no la decía nadie.
Lo de prohibido escupir tampoco lo entendía.
La gente no iba por la calle escupiendo y, mucho menos, en los tranvías.
A lo mejor, era por lo del letrero, pensaba yo.
Lo de prohibido fumar tampoco lo entendía demasiado.
Se podía fumar en todos los sitios menos en los tranvías.
Se podía fumar en los bares, en los restaurantes, en los antros de Las Ramblas y en los chiringuitos de La Barceloneta, en los trenes y hasta en los aviones, y en la playa de San Sebastian.
Pero en los tranvías no.
Luego, desaparecieron los tranvías, y las fábricas y las vías de tren que separaban Barcelona del mar, y los marineros, y las putas (ahora se llaman prostitutas), y las paellas de gambas (ahora se llaman paellas de marisco o mediterráneas), y la playa de San Sebastian.
Y con los tranvías desaparecieron los letreros de los tranvías
"Prohibida la palabra soez" y
"Prohibido fumar y escupir"
4 de julio de 2011
pd.
Resulta que palabra soez quiere decir taco, escupir es simplemente asqueroso y fumar
provoca enfermedades.
Ya vuelve a haber tranvías, pero sin tendidos eléctricos ni carteles prohibiendo la palabra soez, fumar y escupir.
"Prohibida la palabra soez"
La Barcelona de los 60 era una ciudad más gris que la de ahora.
Una ciudad de espaldas al mar.
Sólo se podía llegar al mar por las Ramblas hasta el puerto y por Vía Layetana hasta la Barceloneta.
En las calles adyacentes a las Ramblas había muchos marineros y muchas prostitutas (entonces se llamaban putas) y, en las callejuelas de la Barceloneta había muchos pescadores y muchos chiringuitos donde se comían mejillones y paellas con gambas.
Y en la playa de la Barceloneta estaban los Baños de San Sebastian con tres zonas cerradas : una para familias, otra sólo para mujeres y otra sólo para hombres, pero yo había oído decir que los que iban a aquella playa sólo para hombres no eran hombres, que llevaban el bañador muy ajustado y que las mujeres que iban a la playa de mujeres se quedaban en tetas para ponerse morenas y cuando ya estaban morenas iban a las playas de Castelldefels, pero allí se tapaban las tetas. Y yo pensaba que para qué querían que las tetas se les pusieran morenas si luego se las tapaban y nadie sabía que las tenían morenas.
La gente iba a la Barceloneta en tranvía, bueno tambien iba en tranvía a otros sitios que no era la Barceloneta, como por ejemplo a trabajar.
Yo estaba empezando a leer y me fijaba mucho en los letreros que había en los tranvías.
Y en todos los tranvías había siempre dos letreros :
"Prohibido fumar y escupir" y
"Prohibida la palabra soez"
Lo de la palabra soez, no lo entendía.
A lo mejor lo hubiera entendido si pusiera "Prohibido decir palabras soeces", pero no, ponía "Prohibida la palabra soez" y yo me pensaba que soez era una palabra muy fea, y me fijaba a ver si alguien decía soez, y nadie decía soez. Mucha gente decía coño y cojones y mecagüen la puta, pero soez no la decía nadie.
Lo de prohibido escupir tampoco lo entendía.
La gente no iba por la calle escupiendo y, mucho menos, en los tranvías.
A lo mejor, era por lo del letrero, pensaba yo.
Lo de prohibido fumar tampoco lo entendía demasiado.
Se podía fumar en todos los sitios menos en los tranvías.
Se podía fumar en los bares, en los restaurantes, en los antros de Las Ramblas y en los chiringuitos de La Barceloneta, en los trenes y hasta en los aviones, y en la playa de San Sebastian.
Pero en los tranvías no.
Luego, desaparecieron los tranvías, y las fábricas y las vías de tren que separaban Barcelona del mar, y los marineros, y las putas (ahora se llaman prostitutas), y las paellas de gambas (ahora se llaman paellas de marisco o mediterráneas), y la playa de San Sebastian.
Y con los tranvías desaparecieron los letreros de los tranvías
"Prohibida la palabra soez" y
"Prohibido fumar y escupir"
4 de julio de 2011
pd.
Resulta que palabra soez quiere decir taco, escupir es simplemente asqueroso y fumar
provoca enfermedades.
Ya vuelve a haber tranvías, pero sin tendidos eléctricos ni carteles prohibiendo la palabra soez, fumar y escupir.
domingo, 3 de julio de 2011
90. Abuelos
Parece que entramos en la recta final.
Sólo quedan diez etapas y el epílogo.
Cuando uno entra en la recta final, se suele mirar un instante atrás y, enseguida, volver la vista hacia la meta.
Lo he visto en las carreras ciclistas, en las de velocidad, en las de fondo y en los maratones.
El maratón más largo de todos seguramente es el maratón de la vida, porque es el único que dura toda la vida.
Entresaco unas frases de una columna que escribe en La Vanguardia de hoy la periodista Pilar Rahola (habla de los abuelos):
"Decía Pío Baroja que cuando uno se hace viejo, le resulta más placentero releer que leer, y la escritora Marie Eschenbach aseguraba que en la juventud aprendemos, pero en la vejez comprendemos. Nuestras personas mayores releen el libro de la vida y a menudo comprenden aquello que hasta ahora sólo habían aprendido, ... . Porque, al fin y al cabo, ¿cómo podemos saber hacia dónde vamos, si no sabemos de dónde venimos?".
Yo sólo pude conocer a uno de mis abuelos, el materno, el de Soria. Ya os hablé de él.
El no conocía ni a Pilar Rahola, probablemente tampoco a Pío Baroja y, por supuesto, no tenía ni idea de quien era Marie Eschenbach, pero comprendía, y releía continuamente en el libro de la vida.
Ahora el apasionante libro de la vida me ha regalado tres nietos.
Todavía tengo una edad en la que puedo aprender, pero me gustaría que cada vez más sea capaz de comprender que de aprender.
Todavía tengo una edad en la me gusta leer, pero me gustaría que cada vez más sea capaz de releer.
Todavía tengo una edad en la que no estoy del todo seguro hacia dónde voy y por eso quiero sumergirme en las entrañas del de dónde vengo.
Gracias Pilar.
Gracias abuelo.
Gracias, mis encantadores nietos, Lucas, Leo y Jan.
Este capítulo os lo dedico a vosotros y mi promesa de, por vosotros, que recordeis, cuando seais abuelos, que vuestro abuelo fue capaz de dejar de fumar.
3 de julio de 2011.
Sólo quedan diez etapas y el epílogo.
Cuando uno entra en la recta final, se suele mirar un instante atrás y, enseguida, volver la vista hacia la meta.
Lo he visto en las carreras ciclistas, en las de velocidad, en las de fondo y en los maratones.
El maratón más largo de todos seguramente es el maratón de la vida, porque es el único que dura toda la vida.
Entresaco unas frases de una columna que escribe en La Vanguardia de hoy la periodista Pilar Rahola (habla de los abuelos):
"Decía Pío Baroja que cuando uno se hace viejo, le resulta más placentero releer que leer, y la escritora Marie Eschenbach aseguraba que en la juventud aprendemos, pero en la vejez comprendemos. Nuestras personas mayores releen el libro de la vida y a menudo comprenden aquello que hasta ahora sólo habían aprendido, ... . Porque, al fin y al cabo, ¿cómo podemos saber hacia dónde vamos, si no sabemos de dónde venimos?".
Yo sólo pude conocer a uno de mis abuelos, el materno, el de Soria. Ya os hablé de él.
El no conocía ni a Pilar Rahola, probablemente tampoco a Pío Baroja y, por supuesto, no tenía ni idea de quien era Marie Eschenbach, pero comprendía, y releía continuamente en el libro de la vida.
Ahora el apasionante libro de la vida me ha regalado tres nietos.
Todavía tengo una edad en la que puedo aprender, pero me gustaría que cada vez más sea capaz de comprender que de aprender.
Todavía tengo una edad en la me gusta leer, pero me gustaría que cada vez más sea capaz de releer.
Todavía tengo una edad en la que no estoy del todo seguro hacia dónde voy y por eso quiero sumergirme en las entrañas del de dónde vengo.
Gracias Pilar.
Gracias abuelo.
Gracias, mis encantadores nietos, Lucas, Leo y Jan.
Este capítulo os lo dedico a vosotros y mi promesa de, por vosotros, que recordeis, cuando seais abuelos, que vuestro abuelo fue capaz de dejar de fumar.
3 de julio de 2011.
sábado, 2 de julio de 2011
89. El 600
Era a principio de los sesenta.
El Instituto había acabado y empezaban las vacaciones de verano.
El destino, como siempre, La Hinojosa, en Soria, y Villamizar, en León.
Recuerdo aquellos viajes casi como una aventura y con un auténtico protagonista : el 600.
Nos levantábamos muy pronto, había que montar la baca y cargar todo el equipaje encima.
Después, taparlo todo con una especie de hule y amarrarlo bién con cuerdas o con unas cintas de goma extensible que terminaban en unos ganchos que se fijaban a las barras de la baca.
Era toda una técnica. Bién fijo porque tenía que aguantar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora.
Había tres cosas que no podían faltar en el viaje a Soria y León: la caja con turrón par los familiares del pueblo (el turrón era sólo cosa de Catalunya), la garrafa de agua y los trapos.
Normalmente ibamos cinco adultos (incluído yo con mis 12 años) y dos niños.
Yo iba casi siempre delante, al lado de mi padre, que conducía.
Detrás, mi madre, mi hermana Angelines, mi cuñado, Toño y mis sobrinos, Tata y Aché.
No había autovías, ni, mucho menos, autopìstas.
Lo que más angustiaba del viaje eran los adelantamientos, aquellos interminables adelantamientos a camiones larguísimos que no se terminaban nunca.
Te pegabas detrás del camión, ibas arrimando el morro izquierdo del 600 a la raya discontinua y, cuando no venía nadie, empezabas el adelantamiento.
Nadie hablaba durante el adelantamiento.
Poco a poco ibas ganando velocidad y aparecía muy poco a poco el lateral del camión.
Los adelantamientos duraban, o a mí me lo parecía, dos o tres minutos.
Eran como el despegue de un avión.
En el despegue de un avión, hay una velocidad a la que ya no puedes abortar el despegue y otra velocidad mínima de despegue. Y lo jodido es que la velocidad a la que ya no puedes abortar el despegue es inferior a la despegue. Si entre ambas velocidades pasa algo, no hay solución.
En el adelantamiento de aquella época con un 600 a un camión, había una velocidad a la que ya no puedes abortar el adelantamiento y otra velocidad mínima para poder adelantar. Y lo jodido es que la velocidad a la que ya no puedes abortar el adelantamiento es inferior a la de adelantamiento. Si entre ambas te aparecía un coche de frente, no había solución.
Lo de la garrafa de agua era porque en los Monegros el agua empezaba a hervir y lo de los trapos, porque había que quitar el tapón del agua con el agua hirviendo y, si no tenía trapo, te podías quemar.
Siempre se comía en la cuneta, debajo de un árbol, con los bocadillos, el lomo y la tortilla de patatas que había preparado mi madre.
La bebida estaba fresquita, porque teníamos una nevera de plástico con el logotipo de Coca Cola y hielo que cuando sacábamos la bebida estaba ya en las últimas.
Cuando llegábamos al pueblo era como si viniéramos de la guerra, o a mí me lo parecía, porque había visto películas de guerra en las que, cuando volvían de la guerra, les recibían en el pueblo como si volvieran de la guerra.
Luego abrían la caja con el turrón y todos estábamos muy contentos.
El viaje de vuelta era más triste.
Todos llorábamos.
Yo pensaba que no nos volveríamos a ver nunca más.
Por lo demás el viaje de vuelta era muy parecido al de ída, sólo que, en vez de la caja con turrón había otra con patatas, huevos y chorizos.
Lo de los adelantamientos, lo del agua y lo de los trapos, era igual.
Ah! Se me olvidaba, nadie fumaba en nuestro 600, ... y eramos felices,... pobres, pero felices.
Eran los tiempos del 600.
¡Qué cercanos, ... qué lejanos!
3 de julio de 2011
El Instituto había acabado y empezaban las vacaciones de verano.
El destino, como siempre, La Hinojosa, en Soria, y Villamizar, en León.
Recuerdo aquellos viajes casi como una aventura y con un auténtico protagonista : el 600.
Nos levantábamos muy pronto, había que montar la baca y cargar todo el equipaje encima.
Después, taparlo todo con una especie de hule y amarrarlo bién con cuerdas o con unas cintas de goma extensible que terminaban en unos ganchos que se fijaban a las barras de la baca.
Era toda una técnica. Bién fijo porque tenía que aguantar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora.
Había tres cosas que no podían faltar en el viaje a Soria y León: la caja con turrón par los familiares del pueblo (el turrón era sólo cosa de Catalunya), la garrafa de agua y los trapos.
Normalmente ibamos cinco adultos (incluído yo con mis 12 años) y dos niños.
Yo iba casi siempre delante, al lado de mi padre, que conducía.
Detrás, mi madre, mi hermana Angelines, mi cuñado, Toño y mis sobrinos, Tata y Aché.
No había autovías, ni, mucho menos, autopìstas.
Lo que más angustiaba del viaje eran los adelantamientos, aquellos interminables adelantamientos a camiones larguísimos que no se terminaban nunca.
Te pegabas detrás del camión, ibas arrimando el morro izquierdo del 600 a la raya discontinua y, cuando no venía nadie, empezabas el adelantamiento.
Nadie hablaba durante el adelantamiento.
Poco a poco ibas ganando velocidad y aparecía muy poco a poco el lateral del camión.
Los adelantamientos duraban, o a mí me lo parecía, dos o tres minutos.
Eran como el despegue de un avión.
En el despegue de un avión, hay una velocidad a la que ya no puedes abortar el despegue y otra velocidad mínima de despegue. Y lo jodido es que la velocidad a la que ya no puedes abortar el despegue es inferior a la despegue. Si entre ambas velocidades pasa algo, no hay solución.
En el adelantamiento de aquella época con un 600 a un camión, había una velocidad a la que ya no puedes abortar el adelantamiento y otra velocidad mínima para poder adelantar. Y lo jodido es que la velocidad a la que ya no puedes abortar el adelantamiento es inferior a la de adelantamiento. Si entre ambas te aparecía un coche de frente, no había solución.
Lo de la garrafa de agua era porque en los Monegros el agua empezaba a hervir y lo de los trapos, porque había que quitar el tapón del agua con el agua hirviendo y, si no tenía trapo, te podías quemar.
Siempre se comía en la cuneta, debajo de un árbol, con los bocadillos, el lomo y la tortilla de patatas que había preparado mi madre.
La bebida estaba fresquita, porque teníamos una nevera de plástico con el logotipo de Coca Cola y hielo que cuando sacábamos la bebida estaba ya en las últimas.
Cuando llegábamos al pueblo era como si viniéramos de la guerra, o a mí me lo parecía, porque había visto películas de guerra en las que, cuando volvían de la guerra, les recibían en el pueblo como si volvieran de la guerra.
Luego abrían la caja con el turrón y todos estábamos muy contentos.
El viaje de vuelta era más triste.
Todos llorábamos.
Yo pensaba que no nos volveríamos a ver nunca más.
Por lo demás el viaje de vuelta era muy parecido al de ída, sólo que, en vez de la caja con turrón había otra con patatas, huevos y chorizos.
Lo de los adelantamientos, lo del agua y lo de los trapos, era igual.
Ah! Se me olvidaba, nadie fumaba en nuestro 600, ... y eramos felices,... pobres, pero felices.
Eran los tiempos del 600.
¡Qué cercanos, ... qué lejanos!
3 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
88. Javier Romero
Querido Javier,
Gracias por la reprimenda que me echaste ayer.
Como siempre, cariñosa, ... como siempre, directa, contundente.
Me decías que estoy decepcionando a mis blogeros porque hace casi un mes que tengo abandonado mi blog. (Este libro nació de un blog).
Te decía (escusas de mal pagador) que me habían reprochado escribir temas de excesiva actualidad y que me consideraba un poco "traidor" con mis blogeros por haber fumado de nuevo.
Gracias a tí espero reconciliarme contigo y con ellos en esta recta final de "100 razones para dejar de fumar" (sólo me faltan doce y mi compromiso siempre fue dejarlo para siempre si encontraba 100 razones), ... no lo dudes, las encontraré.
Como siempre, desde que nos conocimos a finales de los ochenta y tú eras el líder consolidado y yo el chaval con más ilusión que experiencia, has sido una referencia para mí.
Nuestra amistad ha sido y es la historia de una época, de una generación y de un país, con sus probleams y sus ilusiones, ... creo, estoy seguro de que ha valido la pena.
Me decías en tu correo que me ibas a dar una razón más para dejar de fumar y, la que me diste es la que que más me ha jodido de todas : me decías que después de vuestro viaje a Israel has tenido una nueva crisis respiratoria debida a tu enfisema.
Sé que ya estás bien y que la has superado de nuevo, siempre fuiste un luchador.
Mira, no te sientas culpable por haber sido fumador.
Si algo he aprendido en la vida es que el sentimiento de culpabilidad no sirve absolutamente para nada, para nada.
No sé quien dijo que nadie es tan mayor como para no vivir un año más ni nadie es tan joven como para estar seguro que no morirá mañana.
La vida son ratitos, algunos malos, otros, maravillosos.
¡Te imaginas que, entre tú y yo consiguiéramos que una persona, una sóla persona, dejara de fumar!
Y si no, al menos lo habríamos intentado.
Querido Javier, recibe un fuerte abrazo, y gracias por tu reprimenda
1 de julio de 2011
Gracias por la reprimenda que me echaste ayer.
Como siempre, cariñosa, ... como siempre, directa, contundente.
Me decías que estoy decepcionando a mis blogeros porque hace casi un mes que tengo abandonado mi blog. (Este libro nació de un blog).
Te decía (escusas de mal pagador) que me habían reprochado escribir temas de excesiva actualidad y que me consideraba un poco "traidor" con mis blogeros por haber fumado de nuevo.
Gracias a tí espero reconciliarme contigo y con ellos en esta recta final de "100 razones para dejar de fumar" (sólo me faltan doce y mi compromiso siempre fue dejarlo para siempre si encontraba 100 razones), ... no lo dudes, las encontraré.
Como siempre, desde que nos conocimos a finales de los ochenta y tú eras el líder consolidado y yo el chaval con más ilusión que experiencia, has sido una referencia para mí.
Nuestra amistad ha sido y es la historia de una época, de una generación y de un país, con sus probleams y sus ilusiones, ... creo, estoy seguro de que ha valido la pena.
Me decías en tu correo que me ibas a dar una razón más para dejar de fumar y, la que me diste es la que que más me ha jodido de todas : me decías que después de vuestro viaje a Israel has tenido una nueva crisis respiratoria debida a tu enfisema.
Sé que ya estás bien y que la has superado de nuevo, siempre fuiste un luchador.
Mira, no te sientas culpable por haber sido fumador.
Si algo he aprendido en la vida es que el sentimiento de culpabilidad no sirve absolutamente para nada, para nada.
No sé quien dijo que nadie es tan mayor como para no vivir un año más ni nadie es tan joven como para estar seguro que no morirá mañana.
La vida son ratitos, algunos malos, otros, maravillosos.
¡Te imaginas que, entre tú y yo consiguiéramos que una persona, una sóla persona, dejara de fumar!
Y si no, al menos lo habríamos intentado.
Querido Javier, recibe un fuerte abrazo, y gracias por tu reprimenda
1 de julio de 2011
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