viernes, 4 de marzo de 2011

50. El embarazo

Me gustaría ir analizando algunos mitos que se han ido acuñando a lo largo del siglo XX sobre el tabaco y el fumar.

Algunos son absolutamente burdos e inocentes por incleíbles, pero los hay realmente perversos y malintencionados por las consecuencias que pueden tener sobre terceros absolutamente indefensos.
En numerosas ocasiones he oído, y lo he oído a mujeres embarazadas, que es menos dañino el efecto que produce el tabaco en mujeres embarazadas que el que produciría la ansiedad por dejar de fumar durante el embarazo.
Una versión menos perversa , por peroglullada, pero perversa por falsa, es que durante el embarazo "se pueden fumar hasta cinco cigarrillos"

Jamás he escuchado dichos argumentos a ningún ginecólogo.
Muy al contrario, por un lado, las más de cuatrocientas substancias nocivas que contiene el cigarrillo, son capaces de producir: bajo peso fetal, retardo en el crecimiento intrauterino y partos prematuros, entre otras alteraciones.
Por otro lado está demostrado que el síndrome de abstinencia físico dura no más de diez días.
Finalmente todas las mujeres que yo conozco y no han sido capaces de dejar de fumar durante el embarazo han sentido un fuerte sentimiento de culpabilidad que les produce desasosiego y ansiedad.

4 de marzo de 2011