lunes, 9 de mayo de 2011

78. Andorra

He pasado unos días en Andorra.
Hacía unos 30 años que no iba.
En aquella época la gente iba mucho a Andorra.

Los más pobres ibamos sólo a comprar tabaco y alcohol, y se llevaban los bocatas, comían junto a algún riachuelo y pasaban el día y volvían con los cartones y las botellas camuflados en los lugaros más insospechados del coche.
Al pasar la aduana se nos aceleraba el corazón como si fuéramos delincuentes cuando el guardia civil de turno nos miraba muy serio y preguntaba : ¿algo que declarar?.
Algunos pobres, los más osados, compraban un radiocasete para el coche (entonces los coches se vendían sin radiocasete).
Yo una vez compré un radiocasete para el coche y pasé mucho miedo en la aduana.

Si tenías un poco más de dinero comprabas quesos (franceses, porque en Andorra no se producen quesos). En cambio en la Cerdaña , sí, y buenísimos, pero pasábamos por la Cerdaña sin comprar quesos.
Luego nos enteramos que sólo en Asturias hay casi tantas variedades de queso como en toda Francia, a pesar de que ellos dicen que pueden tomar un queso diferente cada uno de los 365 días del año, pero no es verdad.

Los que eran un poco más ricos compraban colonias y perfumes y comían en algún restaurante.

Y finalmente, los que eran muy ricos no compraban ni tabaco, ni alcohol ni perfumes
porque decían que eran falsos y por eso eran más baratos.
Decían que el tabaco sabía a paja, el alcohol, que curiosamente era de litro en vez de 3/4, tenía mezcla de etílico y que la colonia que te vendían no era la que te enseñaban de muestra.
Los muy ricos iban a Andorra a llevar dinero, porque decían que Andorra era un "Paraíso fiscal".
Yo no tenía muy claro que quería decir "Paraíso fiscal" ni "evasión de capital" porque eso era cosa de ricos y yo no era rico, era de los del tabaco y el radiocasete.

Luego, al volver, muchos pasaban por Perpiñán para ver una película porno.
Bueno, en realidad no eran porno, eran eróticas, pero en España estaban prohibidas porque eso eran cochinadas de comunistas y aquí todos éramos franquistas.

Y nos creíamos que en Andorra sólo se hablaba francés.

Todo esto ha cambiado mucho, yo creo que para mejor, aunque aquello tenía su encanto, como todo lo que fue y no volverá.

Sí, todo ha cambiado.

Empezando por el idioma.
En Andorra lo que menos se habla es el francés.
Lo que más, el castellano, que convive de la manera más natural del mundo con el catalán.
Y yo me he preguntado por qué en España se hace política con los idiomas y en Andorra, no.
Creo que es por la actitud de los catalanoparlantes y por la actitud de los castellanoparlantes.
Andorra es un país independiente y turístico.
Los nativos saben que viven del turismo y son tremendamente acojedores.
Aunque alguien se dirija a ellos en catalán, si intuyen que es castellanoparlante, le hablan en castellano.
Y los castellano parlantes, saben que están en un país independiente cuya lengua es el catalán y se esfuerzan por hablar en catalán.
No es posible politizar el tema.
En cambio aquí, con lo rico que es que seamos de los pocos países del Mundo que tiene cuatro lenguas propias, lo politizamos.

Lo de ir a Perpiñán también ha cambiado
Las películas eróticas ya no son cochinadas de comunistas.
Ninguno somos franquistas y ya se pueden ver aquí.

Y lo de comprar tabaco , licores , casetes, queso francés y colonias, también.
Ni te miran el maletero, que era lo que realmente "te ponía", ni la diferencia de precio es tanta, ni fuma tanta gente.
Lo curioso es que la gente no va a comprar tabaco pero llegará a ir para fumar en un restaurante.
Todavía se puede fumar en los restaurantes, aunque hay una propuesta popular para que se dicte una ley como en el resto del mundo civiliazado.
Pero de momento se puede.
Se me ocurre que las agencias de viaje podrían publicitar :
"Fin de semana en Andorra. Incluye habitación y desayuno. Y comida con cigarrillo (*).
(*) No incluído si cambia la Ley"

9 de mayo de 2011