Las vacaciones de verano de mi infancia las repartía entre un pueblecito de la provincia de Soria, La Hinojosa de San Marcelino, en el que vivían mi abuelo y mis tíos maternos, y tres pueblecitos de la parte mesetaria de la provincia de León, Villamizar de la Mata, el pueblo de mi padre, y Sahagún de Campos y Sahelices del Río, en los que vivían dos tíos míos con sus respectivas familias.
Sahagún de Campos era, y es, final y principio de etapa del Camino de Santiago.
En el siglo XIV, la biblioteca del Monasterio de San Benito de Sahagún llegó a ser la más importante de España.
Mís tíos de Sahelices y Sahagún eran carreteros, según la primera de las tres acepciones que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da al término carretero: "Fabricante de carros y carretas".
Yo era un crío, hará alrededor de cincuenta años, pero aún tengo en el fondo de la retina y en uno de esos cajoncitos cerrados del cerebro que dicen que se abre de vez en cuando la fascinación que me producían ambas carreterías y el oficio de carretero.
Sobre todo me fascinaba cómo se hacían las ruedas de los carros.
Me parecía, y creo que lo era, una verdadera obra de ingeniería.
El buje, la maza, los radios, el anillo exterior de madera, todo perfectamente encajado, y, finalmente, el aro de hierro previamente puesto al rojo en la fragua para dilatarlo convenientemente y .... el momento culminante, encajarlo perfectamente a golpes de martillo para que, una vez frío diera unidad y robustez a toda la rueda, cual piedra angular.
Hecha la rueda , hecho el carro : el piso, los laterales, los ejes, el guardabarro, los tendales, el tentemozo, las varillas, el varal, la volandera, los mecanismos de frenada.
No existían escuelas de carreteros.
Eran verdaderos oficios de artesanos que se transmitían de padres a hijos.
Finalmente, se pintaba el carro, ¡y se pintaba en la parte posterior el escudo de la carretería!.
Recuerdo que los de mis tíos tenían un León rampante.
Luego cuando ibas por los campos leoneses y veías un carro decías con orgullo : es de mi tío.
En las carreterías de mis tíos no sólo se hacían carros, tambien se hacían bancos para la Iglesia. Entonces, la gente iba a la Iglesia, los hombres a la derecha, las mujeres a la izquierda.
Y hacían hasta muebles.
Una vez recuerdo que hicieron un confesionario. Entonces, la gente se confesaba, las mujeres por el lado, los hombres , por delante.
Con mís tíos trabajaban otros familiares, ...
... y ninguno fumaba.
Mis tíos tenían obsesión en que no se fumara porque el suelo de las carreterías era una alfombra de virutas de madera, inflamables como una tea.
Es por eso que no he entendido nunca la expresión "fuma como un carretero"
A no ser que que la expresión tenga algo que ver con alguna de las otras dos acepciones de la palabra carretero según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ... o con las dos :
"Hombre que guía las caballerías o los bueyes que tiran de tales vehículos"
"Persona que habla o se comporta con escasa educación o blasfema con facilidad"
22 de marzo de 2011