Dicen que sólo hay dos cosas que ningún hombre puede disimular:
Cuando está borracho y cuando está enamorado.
Yo creo que, en realidad son tres las cosas que ningún hombre puede disimular:
cuando está borracho, cuando está enamorado y cuando es fumador.
En cierto modo, las tres situaciones, permítaseme la licencia, tienen algo de enajenacion mental.
La borrachera es un estado de intoxicación producido por el alcohol en un grado suficiente como para deteriorar las funciones mentales y motrices del cuerpo.
El enamoramiento es un estado de enajenación mental transitorio que impide ver la realidad respecto a la pareja y a uno mismo.
El tabaquismo desencadena una serie de trastornos en todos los mecanismos del organismo y fundamentalmente en el área cardiocirculatoria que puede culminar en una lesión pulmonar o cardiaca irreversible, infarto de miocardio o muerte súbita.
La borrachera produce resaca.
El enamoramiento produce desengaño o amor.
El tabaquismo produce enfisema pulmonar.
Lo bueno que tiene las tres cosas es que ninguna se pueden disimular.
Cada uno es dueño de emborracharse, enamorarse o fumar.
Pero luego , que no se queje
11 de marzo de 2011
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