domingo, 21 de agosto de 2011

Epílogo

Agradecimientos :

A las pastillas que me dieron una escusa para empezar este libro.
A los Papas Urbano VIII y Benedicto XIII, por meter en el infierno el primero y sacarles el segundo a todos los fumadores.
A mi querido maestro y amigo Javier Romero, por todo lo que he aprendido de él y por desvelarme que ni Jesucristo ni Mahoma fumaban rubio americano sino cáñamo.
Al trabuco por perdonar la vida a los no fumadores.
A mi admirado Dr. D. Laureano Molins López Rodó (Laure), director de cirugía de pulmón y cáncer de Pulmón del Clínico de Barcelona, del Hospital Tekno y de la Clínica del Sagrado Corazón de Barcelona, y a sus clientes, como yo, Joan Manel Serrat y Juan Carlos I.
A su magnífico equipo, a los doctores Fibla y Mier, a Miriam y a todo el equipo sanitario de la clínica Tekno de Barcelona.
A Esperanza Ramírez, que está superando con una entereza envidiable su cáncer de pulmón.
A González Fernández de Oviedo, por habernos legado su "Historia General y Natural de las Indias".
Al Sha de Persia, al Zar Miguel Ferdorovich, a los Emperadores de China, a Jacobo I de Ingleterra, a Luis XIII de Francia y a los Sultanes Amurates IV,Ahmed I y Mahmud IV de Turquía.
Al Lazarillo de Tormes y todos los pícaros españoles.
Al Coronel López Bravo, los generales Fernando Barrón, Camilo Alonso Vega, Juan Bautista Sánchez y Yagüe, pero, sobre todo, a las 500.000 víctimas de la guerra civil española.
A Wayne Mc Laren, el famoso Cow Boy de Marlboro, que acabó haciendo spots antitabaco y desarrollando un cáncer de pulmón que le hizo "definitivamente libre".
A Perú y a Ecuador y a los Mayas y a los Aztecas y a Cristóbal Colón.
A Joan Pere Viladecans, por su maravilloso artículo "Fotos fijas".
A Villamizar de la Mata, a Sahelices del Río y a Sahagún de Campos, en León y a La Hinojosa de San Marcelino, en Soria. Y a los carreteros y a los carros.
Al golf.
Al Camino de Santiago.
A la fábula y a todos los fabulistas.
A María, que lo ha dejado definitivamente.
Al comunismo y al capitalismo, que en paz descansen y nos dejen descansar en paz.
Al pueblo japonés, que recientemente y hace 66 años ha sufrido tanto. A mi hijo Lalo, que estaba en Japón cuando el sunami y a su amigo Nabe.
A todos los borrachos y a todos los enamorados del Mundo.
A los sueños.
A todas las cosas que eran pecado (casi todas) y a todas las cosas que ya no son pecado (casi todas).
A Nat King Cole, a Iacomo Puccini, a Duke Ellinston, a George Harrison, a Sammy Davis Jr. y a Walt Disney, a Cantinflas y a Frak Sinatra, que se fueron por el tabaco pero siguen vivos en nuestro recuerdo.
A la Asamblea General de las Naciones Unidas, a Gadafi, a Hugo Chávez y a Silvio Berlusconi.
A Decimus Iunius Invenalis, poeta romano de finales del siglo I y a Antonio Machado.
A los recuerdos de la infancia, a las neveras que enfriaban con hielo, a la leche que se compraba en las vaquerías, a los trapaires (traperos), a las pelotas de trapo, a la leche en polvo y al queso amarillo de los colegios, a los vigilantes y a los serenos.
Caterine Deneve y a Joaquín Sabina, por su rebeldía ante la Ley 42/2010 y ante todas las Leyes.
A los trenes, al Changay y a la ventana de la casa de mi tío Pino y de mi tía Julia, en Sahagún, desde donde yo contaba los vagones de los mercancías que cruzaban la mesta leonesa.
Al cine y a la tele en blanco y negro, a los amigos de Padre Claret, a las salidas a la playa de Castelldefels con la nevera de hielo, y a las vacaciones en el pueblo y a la gaseosa amarilla, y al sidral.
A mi tío Heriberto y mi cuñado Juan, católicos practicantes que no fuman en Cuaresma.
A Marisol Ampudia, Dra. en psicología por la Universidad de Barcelona, por su regañina, por su libro "Con la mejor intención" y por el trabajo que está haciendo con los niños con enfermedades terminales en el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona.
A la fabada asturiana.
A Philip Morris, Britis American Tabacco, a Japan Tabacco. A Imperial Tabaco y a Altadis y a sus hipócritas "valores" y "cógigo ético".
Al "Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC)" por su estudio sobre la influencia del tabaco en los ataques de migraña y a Arantxa, que la padece.
A Nicolás Bautista Monardis, padre de la farmacología, a pesar de las mentiras que decía sobre el tabaco.
A José Eugenio Arias Camerón, propietario del Asador de Guadalmina y a Muhamad Sayyid Mubarak.
A Sara Montiel y a su canción "Fumando espero"
Al "smirting", contracción de "smoking" y "flirting", posible gracias a la Ley Antitabaco.
A los 500 millones de personas de los 6.000 millones que hoy viven en nuestro planeta y mañana se irán a consecuencia del tabaco.
A los Estados Unidos de América y su doble moral. A San Francisco y a Las Vegas.
A Joan de Sagarra, por su estúpido artículo "La vida es un cigarrillo".
A los hosteleros, sanitarios, estanqueros, tabaqueros, bomberos de incendios forestales, contrabandistas de tabaco, psicólogos y empleados de programas para dejar de fumar, farmaceuticos y laboratorios, porque si todos dejáramos de fumar, aumentaría el paro en sus sectores.
A la paramiología y al rico refranero español.
Al Pare Manel, por su libro "El Pare Manel. Más cerca de la Tierra que del Cielo" y por la impresionante labor que está haciendo con los más necesitados en Barcelona.
A las mentiras que nos contaron : que si los niños vienen de París, que si los Reyes no eran los padres, que si España era Una, Grande y Libre, que si el sexo era malo, que si los catalanes eran polacos, que si los niños que se masturbaban se volvían ciegos y tuberculosos, que si los yanquis y los de derechas eran los buenos y los indios y los de izquierdas eran los malos, que había que fumar al hacer la mili y luego ya podías fumar. Todo como dice Marisol "con la mejor intención".
A Andorra y aquellos viajes para comprar tabaco y alcohol, y quesos franceses y colonias y perfumes, y un radicaset para el coche.
A Niccolo di Bernardi du Maquiavelo, a pesar de que creo que el fín no justifica los medios.
A todos los encantadores de serpientes del Mundo.
A China, al mundo musulmán y a los indignados.
A los 3.000 partidos políticos registrados en España, a pesar de sus mentiras.
Al movimiento 15 M y a La Puerta del Sol y a la Plaza de Catalunya.
Al París de mayo del 68, a la Primavera de Praga y a la Revolución de los claveles de Portugal.
A La Hinojosa y a mi abuelo Teodoro.
A los torreznos de Soria y a la Misa de los domingos, con su campanario y sus campanas, y sus tres toques.
A Carmen Chacón y a Rubalcaba, a Zapatero y a Aznar, y a Rajoy, y a Artur Mas.
A Pep Guardiola y a José Mohurinho.
Al Seat 600 y aquellos interminables viajes a Soria y a León y a aquéllos interminables adelantamientos a los camiones y a la garrafa de agua que nos sacó de tantos apuros en los Monegros cuando el motor se calentaba.
A Pilar Rahola, a Pío Baroja y a María Eschenbach y a mis nietos Lucas, Leo y Jan.
A la Barcelona de los 60, a las putas de Las Ramblas y a los marineros y los chiringuitos de paella en La Barceloneta. A los Baños de San Sebastian y los tranvías con sus letreros de "Prohibido fumar y escupir" y "Prohibida la palabra soez".
Al colegio Emilio Juancadella y a mi gran Maestro Alejandro Lomas.
A Pamplona y a San Fermín y al australiano al que hirió gravemente un toro este año por perseguirle por toda la plaza como si fuera una oveja.
Al Tribunal Constitucional, a pesar de su incompetencia.
A la Via Augusta, al Arco de Bará, a los ilergetas y a los cosetanos, y al centurión que hace 2.000 años velaba armas en mi parcela de Roda de Bará.
A Gregori Peck, por su película "El hombre del traje gris".
A mi familia, al Instituto Balmes, a la Escuela de Ingenieros de Barcelona, a Seat, a Olesa de Montserrat, a Vigo, a Bilbao, a Coruña y a Gavá. A Fiat, al INI y a Volkswagen.
Al futuro, porque será mejor.
A todos mis amig@s.
A mis padres, Ladislao y Saturia.
A mis hijos Lalo, Arantxa, María y Andoni.
A mis nietos Lucas, Leo y Jan.
Y a Ana Mari, que me sigue aguantando a pesar de estos 40 años.

Sin todos vosotros este libro no hubiera sido posible.

Y un agradecimiento especial a mi amigo Javier Romero, que me animó siempre a continuarlo y a Laureano Molins, el mejor cirujano del Mundo de cáncer de pulmón y cirugía de pulmón y a Marisol Ampudia, psicóloga y formadora de psicólogos y psiquiatras, por prologarme este libro si algún día sale a la luz, pero sobre todo "por ser tan buena gente"

Roda de Bará, 21 de agosto de 2011

viernes, 19 de agosto de 2011

100. ¿Y tú?

Cuando se llega al final de un camino es inevitable mirar hacia atrás.

Probablemente es un error, pero es inevitable.
Hace 7 meses empecé este libro.
Como dije entonces, no era un libro para nadie, era sólo una reflexión para mí mismo con el compromiso de dejar de fumar si encontraba "100 razones para dejar de funmar".
Poco a poco el libro se fue convirtiendo en un reencuentro conmigo mismo, en un mirar a un pasado entrañable, a un presente de incertidumbre y a un futuro de esperanza.
En este último capítulo (me produce nostalgia que sea el último) me gustaria transmitir un mensaje de esperanza.
Las cosas están complicadas, muy complicadas, pero estoy absolutamente convencido de que reaccionaremos, de que de este torbellino nacerá una sociedad nueva.
El Mundo se acaba, ¡este Mundo se acaba!.
Lo predijo Nostredamus.
Pero El Mundo renacerá de nuevo.
Más justo, más solidario, con más valores, con más justicia, con más paz.

Medio en serio, medio en broma he llegado a la razón 100 de motivos para dejar de fumar
Mi maestro y amigo Javier Romero me lo decía hoy : "Para querer a los demás primero hay que quererse a uno mismo" "No hay que buscar 100 razones, sólo hay una, piensa en tí mismo, quiérete a ti mismo y déjalo".

Quiero tener cierta calidad de vida al final del camino.
Quiero (todavía) poder aportar algo a mi familia, a mis hijos, a mis nietos a mis amigos, a mi entorno.
Quiero estar en la mejor forma posible en la etapa de la vida en que aun se puede aprender mucho y ya se puede enseñar algo.

Creo que es más fácil sin tabaco
¿Y tú?

20 de agosto de 2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

99. El hombre del traje gris

Sólo me falta un capítulo para terminar.

Recuerdo una película extraordinaria (o al menos a mí me lo pareció) protagonizada por Gregory Peck : "El hombre del traje gris".
El protagonista se presentaba a una entrevista de trabajo.
Le daban unos folios en blanco, un bolígrafo y un par de horas para que escribiera lo que considerara más destacable de su vida.
La película es el repaso de su vida en una habitación vacía, con sus folios y su bolígrafo.
Llevaba un traje gris.
Su vida había sido apasionante, esas vidas que sólo se ven superadas en las películas por la vida real : guerra, postguerra, ilusiones, esperanzas, dificultades, amor, familia, aciertos, errores.
Pasadas las dos horas sólo escribió una frase : "Repasando mi vida, no encuentro ningún hecho destacable"

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Hijo de familia inmigrante (mi padre era leonés y mi madre soriana), nací en Barcelona en el 50 del final de la postguerra.

Fuí y soy el menor de cuatro hermanos (tres hermanas y yo).
Soy de la generación de mayo del 68 (tenía entonces 18 años).
Dijo alguien que "quien de joven no es de izquierdas es que no tiene corazón y quien de mayor no es de derechas es que no tiene cabeza".
Perdí el corazón cuando pasé de las izquierdas a las derechas y, probablemente, he perdido la cabeza cuando he pasado de las derechas a creer que el Mundo necesita un cambio de modelo que supere las unas y las otras.
Mi padre, Ladislao, inmigrante, sencillo y tendero , pero con la inteligencia que da la Universidad de la Vida, quería que yo fuera Ingeniero Industrial, ... y fuí Ingeniero Industrial desde los 6 años, cuando empecé el colegio.
Entré en Seat a los 20 años, en cuarto de carrera.
Terminé la carrera a los 21 y toda mi vida profesional ha sido en el Grupo Seat : Barcelona, Martorell, Vigo, Bilbao, Barcelona, Martorell y A Coruña.
Fiat, el INI y Volkswagen.
Me casé a los 26, tuvimos nuestro primer hijo a los 27, el segundo a los 28, el tercero a los 32 y el cuarto a los 38.
El primer nieto a los 57, el segundo a los 58 y el tercero a los 59

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Creo que hay valores, no muchos, que sobrevivirán a los tiempos : la familia, el espíritu de sacrifio, la amistad, ...
y soy optimista, el Mundo cambiará a mejor.

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He sido fumador durante gran parte de mi vida, pero mi reto para mejorar algo el Mundo es no volver a fumar, por Lucas, Leo y Jan.
Lucas, Leo y Jan son las tres joyas que la vida me ha dado en forma de nietos.

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Como Gregory Peck, si en una entrevista de trabajo me preguntaran por lo más destacable de mi vida, me presentaría con un traje gris y probablemente escribiría que no encuentro en mi vida ningún hecho especialmente destacable.


17 de agosto de 2011