Termina la Cuaresma.
Entramos en Semana Santa.
Mi tío Heriberto era un cristiano de los de antes, católico, apostólico y romano.
Fumador empedernido.
De Misa diaria.
En San Isidoro, de León.
8 hijos, 1 cura y 2 frailes.
Todos varones.
Fumaba negro, mucho, ... o a mí me parecía mucho.
Yo era un crío, pero le recuerdo con su cigarrillo y su párkinson.
Pero, eso sí, cuando llegaba la cuaresma, ... , ni uno, ... no fumaba ni uno.
Cuarenta días sin fumar.
Al parecer, se puede aguantar cuarenta días sin fumar, como sin comer.
Mi cuñado Juan es sacerdote (antes de decía cura, de curar, pero ahora ya no se dice cura, de curar).
Es fumador, creo que enpedernido no, pero es fumador, también de negro.
Es un fumador muy raro.
Lo ha dejado un montón de veces.
Y no le pasa nada.
Y se ha reenganchado un montón de veces.
Y tampoco le pasa nada.
Pero, eso sí, todas las Cuaresmas deja de fumar.
Y espera al Sábado de Gloria para volver a fumar
Y entonces , el Sábado de Gloria es de más gloria, porque fuma.
Y digo yo:
Si estos buenos cristianos dejan de fumar en Cuaresma, ¿será que no es bueno fumar en Cuaresma?.
Y , si no es bueno fumar en Cuarema , ¿será bueno fumar cuando no es Cuaresma?.
¡Qué lío!
16 de abril de 2011
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