61. La fábula. Galgos o podencos

La fábula es una narración corta, cuyos personajes suelen ser animales o cosas con carácterísticas humanas, las más de las veces defectos, y cuyo final de la narración entraña alguna moraleja o enseñanza.

Uno de los más ingignes fabulistas fue Iriarte y de sus más conocidas fábulas, la de los galgos y los podencos

Dice así :

"Por entre unas matas, seguido de perros,
no diré corría, volaba un conejo.
De su madriguera salió un compañero y le dijo:
"Tente, amigo, ¿qué es esto?" "¿Qué ha de ser?", responde;
"sin aliento llego...; dos pícaros galgos me vienen siguiendo".
"Sí", replica el otro ,"por allí los veo, pero no son galgos".
"¿Pues qué son?" "Podencos." "¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo. Galgos y muy galgos; bien vistos los tengo."
"Son podencos, vaya, que no entiendes de eso."
"Son galgos, te digo." "Digo que podencos."
En esta disputa llegando los perros ,
pillan descuidados a los dos conejos.
Los que por cuestiones de poco momento
dejan lo que importa, Llévense este ejemplo."

No sé por qué, acabo de escuchar los informativos y, me ha venido a la mente esta fábula
Faltan minutos para las 11 de la noche del jueves 17 de marzo y al parecer sobre esa hora se van a producir dos acontecimientos
1. Gadafí, tras varios días de revolución , está a punto de machacar definitivamente a los últimos rebeldes en Bengasi.
2. La Asamblea General de la Naciones Unidas, tras tantos días de discusiones mirando a otro lado, va a votar no se sabe qué, para evitar lo que hace décadas que está ocurriendo en el país de su amigo Gadafi.

Se me ocurre que los miembros de la Asamblea son los conejos y Gadafi, no se sabe si galgo o podenco.

No he podido evitar reflexionar sobre la actualizad de esta fábula, aunque la que aplicaría al tabaco es esta otra de Esopo

"Un perro mordió a un hombre, y éste corría por todo lado buscando quien le curara.

Un vecino le dijo que mojara un pedazo de pan con la sangre de su herida y se lo arrojase al perro que lo mordió. Pero el hombre herido respondió:

Si así premiara al perro, todos los perros del pueblo vendrían a morderme

Moraleja :

Grave error es alagar la maldad, pues la incitas a hacer más daño todavía.

17 de marzo de 2011