jueves, 24 de febrero de 2011

42. Dejar de fumar es muy difícil

Para dejar de fumar es imprescindible, en mi opinión, que se den tres circunstancias en la persona que lo va a intentar y es importante, pero no imprescindible, que se dé una cuarta.

Las tres circunstancias imprescibles para mí son :

1. Saber que cuando una persona está verdaderemente enganchada, dejar de fumar es muy difícil.
2. Estar absolutamente convencido de que tan cierto como que dejar de fumar es muy difícil no es menos cierto que dejar de fumar es realmente posible, absolutamente para cualquier persona, por muy enganchada que esté.
y 3. Estar realmente convencido de que lo quieres dejar, no de que "me gustaría" , "si pudiera", no, no, "quiero".

La cuarta circunsatancia, la que no considero imprescindible, la trataré más adelante
Hoy me gustaría hacer alguna reflexión sobre la 1ª :

"Dejar de fumar es muy difícil".

Yo creo que es tan difícil dejar de fumar por dos razones, que, a pesar de que lo considero un simplismo, me permitiré clasificar la primera como fisiológica y la segunda como psicológica.
Lo considero un simplismo porque hoy en día considero superada la frontera entre lo fisiológico y lo psicológico, creo que son dos aspectos íntimamente interrelacionados.
Los coches son cada vez menos mecánica y más electrónica y vamos descubriendo que los seres humanos siempre hemos sido "menos mecánica (lo fisiológico) y más electrónica (lo psicológico)".

La razón fisiológica por la que creo que es tan difícil dejar de fumar es una obviedad tan evidente que no creo que merezca la pena extenderse demasiado : es de dominio público que la nicotina es una droga que provoca adicción , droga respecto a cuyo poder adictivo algunos investigadores han comparado con la heroína.
En honor a la verdad, "la bondad" de la adicción física a la nicotina es que sus efectos adictivos "físicos" duran escasas semanas, según algunos expertos, entre una y dos semanas, según los más pesimistas, no más de tres meses.

Al parecer, la peor es la otra, la adicción psicológica.
Durante décadas, el hábito al tabaco se ha relacionado con aspectos sociales, ... amistad, reuniones, negociaciones, trabajo, ocio, comidas, reuniones familiares, eventos, viajes, relaciones sexuales, etc. etc. (¿recordais mi página "100 motivos para fumar"?).
Romper con el tabaco es , en cierto modo, romper con toda esa tradición, romper con toda esa liturgia, romper con toda esa "calidad de vida" de la sociedad del consumo y del bienestar.

Al parecer sólo alrededor del 10 % de fumadores que lo intentan, lo consiguen
Yo mismo , lo intenté 2 ó 3 veces antes de mi neumotórax y enfisema de hace 10 años
No más de 4 ó 5 meses estuve sin fumar cada una de las veces.
Me acuerdo, y no puedo evitar que me produzca cierta gracia, de la primera vez que lo intenté y lo conseguí durante unos meses.
El primer día que caí, en cuanto entré en casa, mi mujer, Ana Mari me dijo "has fumado".
¿Cómo lo sabes, le dije? (me había lavado los dientes y las manos y me había "rociado" la ropa con colonia).
"Te has quemado las pestañas"
Efectivamente, en mi voracidad por fumar, en cuanto me ofrecieron un cigarrillo y fuego, me acerqué tando al mechero, que, fatalidad, salió una llamarada que me chamuscó las pestañas.

24 de febrero de 2011

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